El peor organizador para los eventos corporativos memorables.
- Alain Zulaika
- 5 ago
- 3 Min. de lectura
Estaba parado en un paso de cebra cuando lo vi.
Un señor mayor, con camisa de cuadros blanca y azul... y el paraguas colgando del cuello.
Sí, sí.
Del cuello.
Como si llevase una corbata de Decathlon a la espalda.
Y pensé:
Este hombre ha entendido algo que muchas empresas no.
La ley del 18, 40, 60
(y por qué afecta más de lo que crees a eventos corporativos memorables)
🤯
Hay una frase que escuché hace años y que me vuelve cada vez que dudo:
"A los 18 te importa lo que piensen de ti. A los 40, te deja de importar. Y a los 60 descubres que nunca le importaste a nadie."
Ese señor del paso de cebra la conocía.
Y tú, si organizas eventos, también deberías tenerla presente.
Porque el mayor obstáculo no es el presupuesto, el timing o la logística.
Es el miedo al juicio.
Lo que pasa cuando se organiza desde el miedo
🧠
Muchas empresas diseñan sus eventos para que gusten “a los de arriba”.
Pero no para que emocionen a los de dentro.
El resultado: eventos correctos.
Formales.
Seguros.
Y también: Genéricos.
Olvidables.
Intercambiables.
Como si se organizaran todos con la misma plantilla de Word.
Lo que pasa cuando organizas desde la autenticidad
🪄
Cuando desaparece el miedo al qué dirán, aparecen las ideas valientes.
Los espectáculos que representan de verdad la cultura de una empresa.
Los momentos que hacen que alguien mire a su compañero y diga:
“Qué suerte tener este curro.”
Esos son los momentos que construyen equipo.
Que hacen comunidad.
Que se recuerdan.
Y no hace falta un unicornio inflable ni contratar al Cirque du Soleil.
Hace falta presencia real, emoción, riesgo calculado y un poquito de magia.
¿Cansado de eventos que no dicen nada?
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¿Sabes por qué ese paraguas en el cuello me pareció una genialidad?
Porque nadie va a recordar cómo llevaba yo el mío.
Pero ese señor se ganó un hueco en mi memoria sin decir una sola palabra.
En los eventos pasa lo mismo.
No te van a recordar por lo correcto.
Te van a recordar por lo que hiciste sin miedo al ridículo.
¿Quieres un espectáculo que represente quiénes sois como empresa?
Uno que se recuerde como algo que solo podría haber pasado con tu equipo, en tu evento, en tu momento.
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Te cuento cómo diseñar algo que se sienta de verdad.
FAQ
🙋♂️
¿Qué pasa si mi empresa es “seria”? ¿Encaja igual?
Sí.
La clave no es hacer el show más loco, sino el más auténtico.
Cada diseño se adapta al tono y cultura de la empresa.
Desde startups hasta despachos de abogados.
¿Y si a alguien le da vergüenza?
Perfecto.
La mayoría empieza así.
Pero cuando se ve que la propuesta conecta y no ridiculiza a nadie, el público entra, juega y disfruta.
¿Puedo implicar al equipo en el diseño del show?
Claro.
Muchas veces integramos anécdotas internas, bromas de equipo o momentos significativos para convertir los eventos corporativos en momentos realmente memorables.
Eso lo hace más vuestro.
Organizar un evento no debería ser una demostración de poder ni una estrategia para quedar bien.
Debería ser una oportunidad para decirle a tu equipo:
“Esto también somos. Esto también lo celebramos. Esto también es nuestro.”
Y eso, créeme, no se olvida.
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