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Imagíname... captando la atención de 27 niños
más que TikTok durante 45 minutos.

Miles de niños podrían tener el mejor cumpleaños de su vida...

pero la mayoría nunca lo vive.

¿Por qué?

Por qué la mayoría de los cumpleaños infantiles siguen el mismo guion.

 

Los niños llegan corriendo, alterados y entre gritos. 

Comen la tarta y sandwiches en 30 segundos y empiezan los experimentos con la comida. 

El cumpleañero abre los regalos, y a los dos minutos vuelven al caos. 

Unos cuantos gritos más, un partido de fútbol, y se fini. 

 

Pero el verdadero problema es el siguiente: 

Al día siguiente, ¿qué recuerdan realmente los niños? 

 

Los globos se desinflan. 

Las chuches desaparecen. 

Y la fiesta… se olvida. 

 

Si es como cualquier otra celebración, se olvida como cualquier otra.

Son entretenidos, sí, pero no inolvidables. 

 

¿Cuál es la diferencia entre un cumpleaños que se recuerda para siempre…

y uno que los niños olvidan en un día? 

No son los globos. 

No es la tarta. 

No son los regalos. 

 

Tras los regalos, justo cuando parecía que todo había terminado, ahí es donde esta la clave.

Con el subidón de azúcar que manejan, cada segundo cuenta para no perder el control.

Y es justo entonces cuando el día da un giro que no se esperaban.

 

Las voces se calman.

Las miradas se fijan en un solo punto.

Las mandíbulas caen y los ojos se agrandan.

 

Los niños empiezan a susurrar entre ellos:

"Como ha hecho eso?"

"No puede ser! Eso es imposible!"

"A ver, a ver, hazlo otra vez!"

 

Y por primera vez en toda la fiesta, todos están en el mismo sitio, emocionados, atrapados en el momento.

La magia ha comenzado.

Durante 45 minutos, estarán sentados.

Atentos.

Fascinados.

 

El cumpleañero?

El cumpleañero no solo ve magia.

La hace.

Es el mago estrella de su propio show.

 

Las risas estallan, el asombro es real.

Los padres sacan los móviles.

Quieren inmortalizar la ilusión de sus peques que les recuerda a su infancia.

 

Y lo mejor es que cuando el show termina, la magia seguirá en el aire.

Los niños intentarán repetir lo que vieron, mientras los padres se miran entre ellos asombrados:

"Pero... ¿como ha hecho eso?"

Y el cumpleañero... sentirá que ha tenido el día más increíble de su vida.

 

Y esto no lo digo yo.

Lo dicen varios de los padres de algunos niños afortunados que han podido vivir la experiencia.

Más de una vez he recibido un wasap la noche del show que decía lo siguiente:

"Alain, gracias de corazón.
Mi hijo al llegar a casa me ha dado un abrazo, me ha dado las gracias

y me ha dicho que ha sido el mejor día de su vida."

 

Los niños alucinan... pero los padres también lo agradecen.

Porque seamos sinceros...

Organizar una fiesta infantil es agotador.

Los niños tienen una energía infinita.

Mantenerlos entretenidos sin que acaben descontrolados es una misión imposible.

 

Pero, ¿y si por primera vez en un cumpleaños, pudieras simplemente disfrutar?

Durante 45 minutos no tendrás que preocuparte por nada.

Los niños más que entretenidos, estarán hipnotizados.

Risas, sorpresas y atención total sin que nadie tenga que decir "¡Calma, calma!"

 

"Es increíble como les has mantenido tan atentos durante 45 minutos.


Hemos organizado diferentes actividades año tras año

y nunca nadie había conseguido mantenerlos más de 15 minutos así.


De hecho, el año pasado trajimos a otro mago,

mi hijo le dijo que era muy malo y se fue a jugar a fútbol."

"Mi hija al volver a casa cogió un vaso de agua,

la puso sobre su cabeza,

hizo el ritual mágico que hiciste en el show y se empapó entera. 


Pensaba que le iba a salir jajaja."

Son mensajes que recibo después de cada show.

Y siempre con la misma conclusión: ha sido uno de los mejores días de sus vidas.

 

Y esto no se consigue solo con trucos.

Un show infantil tiene que ser un viaje.

Una historia donde los niños son parte de la aventura.

 

Y para que no caiga e el olvido tiene que tener:

Magia impactante a montones para alimentar su asombro infinito.

Momentos de risa absoluta para que se destornillen como nunca.

Interacción continua.

 

Porque los niños no son solo espectadores. 

Son parte del show.

Cada niño participa. 

Gritan, juegan y se involucran.

 

A veces creen que son más listos que el mago.

Otras veces sienten que cualquier cosa es posible.

Y en ambos casos… se lo creen de verdad.

Esto no es solo un espectáculo.  

Es una experiencia diseñada para que cada minuto cuente.

 

Resumiendo ¿Qué incluye el espectáculo?

  • Un show de 45 minutos con emoción de principio a fin.

  • Magia, comedia y participación total.

  • Juegos para que el cumpleañeros sea la estrella.

  • Un final épico que deja la ilusión en el aire.

 

El precio: 420€ + IVA

Si son 27 niños, son menos de 16€ por cabeza.

Un día en el cine con palomitas sale más caro y es menos especial.

Y mientras otros espectáculos cobran por cada entrada, aquí los padres entran gratis a ver como sus hijos alucinan.

 

No es un gasto.

Es un recuerdo que se queda para siempre.

Estoy seguro que si al terminar el día tu hijo te dice "ha sido el mejor día de mi vida" y te da un abrazo, te habrá parecido barato.

 

Acepto solo 3 shows de este formato al mes y cuando las fechas desaparecen, desaparecen.

Si esperas, alguien más podría bloquear tu día.

 

Cada vez más niños están viviendo la experiencia.

No dejes que el tuyo se quede fuera.

Haz clic ahora y asegura tu fecha antes de que otra familia la bloquee.

© 2024 por Alain Zulaika.

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